Padres de jóvenes asesinados en Soledad niegan que sus hijos hubieran estado en cárcel de menores
Alcalde de Soledad señaló que que su muerte se debía a un ajuste de cuentas, según informaciones que le entregó el Comandante de Policía de ese Distrito.
Las familias de Duván José Herrera Torres, de 13 años, y Gregory José Niebles Cantillo, de 16 años, se conocieron a las afueras de la sede de Medicina Legal, en Barranquilla. Los dos grupos coincidieron en afirmar que los jóvenes no estuvieron nunca en la cárcel de menores y muchos menos que pertenecieran a una banda criminal.
Los allegados desmintieron las afirmaciones del alcalde de Soledad, Joao Herrera, quien dijo en los micrófonos de Emisora Atlántico que los menores de edad pertenecían a una banda llamada ‘Los Kevin’. El mandatario de los soledeños fue más allá y aseguró que hace tres días habrían participado en un atraco, y que las víctimas se habían quedado con los celulares y el dinero en efectivo hurtado. Según Herrera, citando como fuentes el Comandante de Policía de ese Distrito, por esto la banda habría ordenado ultimarlos.
Los menores de edad fueron asesinados en la madrugada de este lunes, en la carrera 3 con calle 53, en el barrio Villa Sol, cuando iban a bordo de una motocicleta Honda de color blanco, de placas QYM – 29D.
Dos sicarios en motocicleta les dispararon en repetidas ocasiones y se dieron a la huida. Herrera Torres recibió un disparo en el pómulo izquierdo y falleció en el lugar. Por otra parte, Niebles Cantillo recibió dos impactos en la parte posterior de la cabeza y otro en el pecho. Él alcanzó a ser trasladado hasta el Hospital Adelita de Char, pero ingresó sin signos vitales.
Salieron a comprar una botella de ron
La versión de los familiares también coincidió en que los jóvenes habían estado en un estadero y salieron a comprar una botella de ron, cuando los atacaron.
Jairo Niebles Escorcia contó que Gregory era aficionado a la cría de gallos finos y tenía un galpón en el barrio Villa María, donde vivía con una tía. Ahí se dedicaba al entrenamiento para ponerlos a pelear. Incluso viajaba con frecuencia a Riohacha, donde un tío que también era aficionado a los gallos.
La víctima de 16 años era el menor de cuatro hermanos y su padre afirmó que no le conocía problemas, mucho menos que estuviera amenazado.
José David Herrera Puello, padre de Duván José, recordó al segundo de sus siete hijos como un niño apasionado por el fútbol, recochero y amable. Estaba en segundo de bachillerato y no tenía amenazas, aunque su padre reconoció que había tenido problemas con unos vecinos en Villa Sol porque lo culpaban de haberse robado un celular.